En change.org/NoEsCosaDeNiños estamos llevando a cabo una campaña pidiendo una Ley Nacional de Acoso Escolar para España.
Sé perfectamente como jurista de formación que soy que la educación es de competencia autonómica, de hecho, en la actualidad hay 17 protocolos antibullying, uno por cada una de las autonomías que hay en España. Mi intención no es que se quiten competencias, es simplemente que esas 17 normas se reunifiquen en una, e incluso que, una vez realizada esta unificación de normas, se implemente en esta todo aquello necesario para mejorarla y que escribo en este texto. Me da igual si es una nueva Ley Orgánica o Simple, o un Real Decreto Urgente o no. No quiero que se creen debates políticos por este tema, ese no es el asunto.
En esta ley pido cosas importantes y seguro que me dejo algunas, otras ya están en vigor y no las menciono en esta petición. Las cito:
PREVENCIÓN
- Educación emocional desde Infantil.
- Identificar y gestionar de forma conjunta (escuela, alumnos y familias implicadas) las situaciones REALES de conflicto que surjan en el centro educativo, más allá de un slogan o una actividad simbólica al año.
- Disponer de forma obligatoria de un Plan de Prevención del acoso escolar (T.E.I, KIVA, etc.) y Protocolos adecuados para cada situación.
- Crear espacios habilitados para combatir el bullying (en el patio «aquí nadie juega solo», en el comedor «aquí nadie come solo», etc.)
- Formación integral de docentes y familias y campañas de sensibilización.
- Informar a las familias de las vías internas y externas al centro de las que disponen si necesitan denunciar alguna situación que afecte a un menor, así como ayudar a identificar un posible caso de acoso escolar o maltrato, ya sea como víctima o victimario.
- Visibilizar el acoso escolar en las escuelas.
- Incluir el día 2 de mayo del acoso escolar y el primer jueves de noviembre en la agenda escolar.
- Permitir registrar la causa del cambio de un alumno de un centro escolar a otro, haciendo constar la opción “cambio por acoso escolar”.
ACCIÓN
- Escuchar SIEMPRE a la víctima.
- Aplicación obligatoria de protocolos desde el primer conflicto o situación de violencia.
- Supervisión externa y objetiva de cada caso por parte de un profesional.
- Comunicación fluida y documentada con las familias.
- Apoyo psicológico personalizado a los menores, tanto para reconducir conductas como para gestionar emociones.
- Registro automático de todas las situaciones de conflicto o violencia que se puedan dar en un centro.
- Derivación inmediata a las instituciones educativas correspondientes según protocolos.
- Garantizar la actuación y coordinación de los diferentes agentes sociales que deban intervenir, a modo de red.
- Garantizar que la escuela sea un lugar seguro libre de violencias.
REPARACIÓN
- Creación de una Ley de ámbito nacional que establezca consecuencias penales inmediatas por la inacción de los centros ante las diferentes situaciones de violencia o acoso escolar que se planteen.
- Creación de una Ley de ámbito nacional que establezca consecuencias penales inmediatas para las familias responsables de los victimarios que no colaboren para atajar situaciones de violencia.
- Garantizar que los menores tengan los mismos derechos civiles que un adulto, desde el primer momento y sin tener que esperar a que el acoso escolar o “bullying”, ya sea verbal o físico, tenga que repetirse en el tiempo para ser atajado.
Aumentar la formación y mejorar los protocolos está muy bien pero no sirve de nada si no hay un sistema garante detrás. Esta ley puede salvar vidas y ayudar a las víctimas a convertirse en supervivientes. Hacer borrón y cuenta nueva sin tener en cuenta a las víctimas y su necesidad de reparación es insuficiente y vulnera sus derechos. Sólo de esta forma, y a través de la reparación y consecuente justicia podemos transformar los centros educativos en lugares realmente seguros para los menores.
No es cosa de niños.
Yo fui víctima de acoso escolar. A día de doy las personas que me acosaron están haciendo sus vidas. Yo también lo he intentado y aunque han pasado 14 años de todo eso, me han diagnosticado estrés post traumático ahora en mi edad adulta. Sueño todavía con esa gente, recuerdo muchas cosas de esos años como las palabras textuales de las burlas, la ropa que llevaba yo esos días, la posición de la gente que se metía conmigo, los escenarios donde tenía lugar el acoso… TODO, como si fuese hace poco. Mis padres fueron al colegio y casi fue peor. Los profesores no quieren problemas así que les dijeron a mis padres que las pruebas recogidas como los comentarios en Tuenti, messenger o en un blog donde se reafirmaban sobre el por qué me merecía todo eso, podía haberlo escrito yo para llamar la atención.
Es muy triste ver como a día de hoy este tema se sigue llevando tan mal desde los colegios, y peor aún que llegue a encubrirse. Espero que esta ley salga adelante si queremos una sociedad con ciudadanos responsables y emocionalmente sanos
Los dirigentes deberían plantearse si quieren dirigir un país de personas de calidad o un país de mediocres. La diferencia está en la educación.Nunca seremos un país de calidad si en nuestros colegios se protege a acosadores y villanos y se somete a buenas personas como Kira a ese calvario. Toda la sociedad es un reflejo de esos patios del colegio. Nuestras empresas, el ambiente en las calles, las familias… ya es hora que la buena gente sea premiada y los villanos neutralizados, o siempre seremos el culo del mundo en todo.
Totalmente de acuerdo contigo. Las leyes que tenemos desde hace muchos años parecen estar diseñadas para que todo el mundo mire para otro lado y que a casi nadie en las instituciones y centros educativos -y por ende en la sociedad en general- parezca preocuparle el inmenso sufrimiento que tienen que padecer las víctimas, y que tantas veces acaba con traumas que duran muchos años o incluso, como en este caso de la pobrecita Kira, en un tristísimo final. La ley del menor se diseñó inicialmente para proteger sus derechos, pero la impresión que uno tiene es que se ha convertido en un instrumento para la impunidad de los malos y la absoluta indefensión de las víctimas. Los responsables morales son quienes viendo esto, no han movido un dedo para cambiar leyes que dan pésimos resultados.
Resulta incuestionable, que procede la persecución y procesamiento penal de los responsables (todos), de estos comportamientos execrables. Ya sea por acción u acreditada omisión, del sagrado deber de proteger a lo mejor de nuestra «lamentable» sociedad, nuestros pequeños y adolescentes.
Tantas Leyes, toneladas de Legislación y resulta, que lo más elemental, se omite. NO CREO EN CASUALIDADES !!!
Hay mucha MALDAD, en los poderes públicos (CGPJ, FGE*, AN*, TS*, TC*, y toda la mierda, que componen esos a los que PAGAMOS y viven de cojones)
jf De Toro
Yo fui víctima de bullying también y de algún gesto de acoso sexual. En el último citado,el director me dijo que quizás era una forma de saludarse en el país de mi acosador. Me sentí invisibilizada años. A día de hoy,aun hay partes de mi vida que ni recuerdo gracias a las lagunas. Y llevo en tratamiento desde los 14 años.
CARTA DE UNA MADRE A LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA
“Mamá, parece que no ha pasado nada”, fueron las palabras de mi hija ante la inacción de su centro educativo tras haber sufrido una agresión sexual por parte de un compañero de aula, ambos de 13 años de edad, sintiéndose desprotegida, ignorada y decepcionada. La agresión consistió en tocamientos y humillaciones. Sucedió en un municipio de la provincia de Sevilla en horario extraescolar durante el transcurso de una actividad de grupo. Dicho grupo fue configurado por una de sus profesoras sin tener en cuenta las afinidades del alumnado.
El centro educativo, tras consulta al Servicio de Inspección, determina no activar protocolo de actuación ante agresión sexual por haber sucedido fuera del centro y no existir pruebas que confirmen lo sucedido. Por esto, me informan de que solo podían tomar medidas cautelares, consistiendo las mismas en: alejar físicamente a mi hija de su agresor, ubicándola al final del aula, apartar a su agresor del grupo de trabajo y observar del estado anímico de mi hija en el aula. Así mismo, el director del centro educativo me sugiere que denuncie los hechos, actuación que no llevé a cabo ya que no tendría recorrido penal por tratarse de un menor de 14 años, además, mi hija no se encontraba psicológicamente estable para soportar un procedimiento judicial.
Como familia no recibimos feedback por parte del centro, debiendo iniciar y mantener nosotros la comunicación a través de instancia registrada, llamada telefónica al orientador del centro y plataforma iPasen. De igual forma procedimos con el Servicio de Inspección Educativa, solicitando a ambos que se iniciara protocolo de actuación y se considerara la credibilidad de lo sucedido, por dos razones fundamentalmente:
La primera que, aunque la agresión sucediera fuera del centro deriva de él, ya que ocurrió en el marco de una actividad educativa determinada por una profesora, en el contexto de un proceso de enseñanza-aprendizaje, que implica a dos compañeros de la misma aula que conviven 6 horas diarias.
La segunda, se basaron en interpretaciones subjetivas al afirmar que no había pruebas o evidencias de lo sucedido, no verificando la no existencia de las mismas, ya que no preguntaron ni a mi hija ni a los testigos.
Mi hija sufrió enormemente en el transcurso de los dos últimos meses de curso, debiendo soportar la presencia de su agresor en el aula. Continuamente tuvimos que recogerla del centro con ansiedad, dolor de barriga, dolor de cabeza, presión en el pecho, etc. El informe médico determina “trastorno relacionado con ansiedad y depresión”.
Actualmente se encuentra en tratamiento psicológico en la USMI (Unidad de Salud Mental Infantil) y en ADIMA (Asociación andaluza para la defensa de la infancia y prevención del maltrato).
Tras dos meses de insistencia, y a tan solo dos semanas de la finalización del curso, el centro determinó abrir protocolo de actuación, a día de hoy no conocemos las conclusiones o decisiones adoptadas.
Después de todo lo sucedido me cuestiono si realmente somos conscientes de la gran transcendencia que tiene el proceso de socialización y la atmósfera cultural en la que se vive para una formación y construcción personal sana y equilibrada y, por supuesto, en la formación de una ciudadanía con valores basados en el respeto, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad y, en definitiva, valores que fomenten una sociedad próspera y sostenible.
¿Qué ha aprendido mi hija con lo sucedido? que puede ser agredida sin que nada pase.
¿Qué ha aprendido el agresor? que puede agredir sin que nada pase.
El centro educativo junto a la familia conforma uno de los principales agentes de socialización. Es cierto que se muestra una mayor toma de conciencia respecto a la necesidad de educar en la igualdad, pero tras lo sucedido debo concluir que todavía queda mucho camino por recorrer y que se sigue favoreciendo la construcción de una identidad personal basada en la debilidad de la mujer y en el permiso para ejercer la violencia por parte del hombre.
¿Realmente la denuncia a la Guardia Civil es la única alternativa? Es una de las medidas, pero me resisto a considerarla como la única alternativa. Creo que es urgente la toma de conciencia, la implicación y la formación del profesorado en la identificación y actuación para la prevención de la violencia machista y la promoción de la igualdad.
La violencia no puede campar a sus anchas. No se puede permitir que una alumna de un centro educativo se sienta desprotegida en él y mucho menos decepcionada, observando que solo a ella le ha afectado lo ocurrido, que no se toman medidas y que nadie la acoge o apoya.
Dejo a mi hija todos los días en el centro educativo, y debería quedarme tranquila ya que la dejo en un espacio de educación y protección, sin embargo, la realidad es que la dejo en un sistema que muestra una absoluta falta de sensibilidad y conocimiento sobre las consecuencias que estos acontecimientos pueden tener en la vida de una persona, una alumna, su alumna, una niña con la que trabajan a diario y le da igual su pena, su desconcierto o su enfado. Ante una agresión la víctima debe callar, conformarse y aguantarse porque, al parecer, los derechos del agresor son más importantes; y todo ello respaldado por una inspección educativa, temerosa de que se descubra que en los centros educativos suceden estas cosas y no se sabe o no se quiere tomar medidas; como si el silencio y la falta de actuación fueran a mitigar el miedo de mi niña y la impotencia de mi familia.
En un municipio de la provincia de Sevilla, a 27 de julio de 2022
Fdo: Madre de una alumna
Una vergüenza en España las leyes, los jueces, los políticos. Mi pésame por la pérdida de Kira. D. E. P. Mucha fuerza y muchos ánimos a los padres y no se rindan, lleguen hasta el final.
Los centros educativos no protegen ni educan a nuestros hijos. El profesorado no se siente parte del medio educador, eso corresponde a las familias. Parece ser que solo es su competencia impartir las materias de estudio. Incluso se da el caso de alumnos que sus familias les educan desde pequeños en no.permitor abusos en los patios de recreo y al comunicar a los responsables del patio hechos que presencian, responden con absoluta pasividad que » los niños tienen que aprender a resolver solos sus asuntos»… frase de mi hijo de 6 años…..esto es lo que ocurre de verdad….así nos va. Al final potenciamos al violentador/a wue se haga más fuerte….
Pingback: Kira, cuando el bullying rompió su alma
Que no haya más ninos que sufran de bullyilng.
Pido a los políticos que hagan leyes a favor de los más vulnerables
Hay que apoyar estas inciativas.
Pero los dirigentes (politicos, empresarios y personas influyentes) de este pais lo saben muy BIEN. Quieren una poblacion que se le pueda acosar y que no se manifieste. No quieren una Francia.
Tienes que mirar mas proundamente.
1) Que quieren los dirigentes de este pais?.
2) Que ganan los dirigentes con un pais asi?.
Si los dirigentes hacen que la nueva generacion aprenda a respetarse asi misma, aprenda a poner limites, pues van a tener en un futuro una avalancha de manifestaciones exigiendo derechos de los jefes a los empleados, de los politicos hacia la poblacion, de las corporaciones hacia la poblacion, etc. ELLOS NO QUIEREN ESO.
Por eso miran hacia otro lado cuando se trata de tener un pais con personas de CALIDAD.
🙂
Que podemos hacer?. Desde tu casa respeta a tu hijo (si no respetas a tu hijo le estas enseñando que se deje irrespetar y acosar y ademas que cuando el se enfade pues que irrespete a los demas y acose a los demas, si le pegas a tu hijo lo mismo de lo mismo), y enseñale a autorespetarse, a poner limites y a respetar a los demas. Explica a tu circulo social que nunca debes inculcar a tu hijo a pegar mas duro si le pegan, enseñale a socializar a tener un grupo de amigos que le protejan basandose en el respeto mutuo entre ellos y exigir respeto de los demas hacia ellos. enseñale a defenderse con palabras hacia los maltratadores y hazlos quedar en evidencia ante todos los demas. Con estas pautas el grupo nunca sera objetivo del bullyng ni hara bullyng a los demas.
Y sobre todo apoya Kira. Que sea la bandera y logremos una leyes que enseñen a la nueva generacion el respeto mutuo.
Hay que apoyar estas inciativas.
Pero los dirigentes (politicos, empresarios y personas influyentes) de este pais lo saben muy BIEN. Quieren una poblacion que se le pueda acosar y que no se manifieste. No quieren una Francia.
Tienes que mirar mas proundamente.
1) Que quieren los dirigentes de este pais?.
2) Que ganan los dirigentes con un pais asi?.
Si los dirigentes hacen que la nueva generacion aprenda a respetarse asi misma, aprenda a poner limites, pues van a tener en un futuro una avalancha de manifestaciones exigiendo derechos de los jefes a los empleados, de los politicos hacia la poblacion, de las corporaciones hacia la poblacion, etc. ELLOS NO QUIEREN ESO.
Por eso miran hacia otro lado cuando se trata de tener un pais con personas de CALIDAD.
Que podemos hacer?. Algunas veces funciona la ayuda psicologica, no la subestimes, buscala a veces funciona. Pero SOBRE TODO apoya a Kira. Que sea la bandera y logremos una leyes que enseñen a la nueva generacion el respeto mutuo.