Un 19 de mayo Kira no pudo más: “Mami, papi os quiero mucho y sois los mejores y siento haber hecho esto. Pero lo he hecho porque n soy suficiente y nunca lo seré y ya no vale la pena vivir. Baja para saber a lo que me refiero. Y decidle al resto de la familia y a mis amigos de parte mía que les quiero mucho, Whatsapp de despedida enviado por Kira a las 08:04 a.m. después de salir de casa para ir al colegio (19 de mayo de 2021)
Algo había pasado el día antes. Algo que para ella fue superior a cualquier otra situación vivida en ese colegio o simplemente la gota que colmó el vaso. Kira volvió ese día del colegio visiblemente preocupada, con la cara desencajada. Hablamos con ella y nos dijo que le preocupaba que en la excursión del jueves no le dejaran estar con las amigas de la otra clase burbuja, una preocupación que nos pareció normal en esos momentos pero sobre la que nos faltaba más información que solo conocimos tras su muerte…
Ojalá hubiéramos sabido entonces que ese mismo día riñeron a Kira por saltarse la zona COVID porque necesitaba hablar con su amiga, esa amiga con la que la tutora no le permitió compartir clase en pandemia. Ojalá hubiéramos sabido que, en un despacho y sin nuestra presencia, esa misma tutora y la dirección del Manyanet quisieron quitarle a Kira la idea del cambio de clase “recomendándole para su desarrollo social ejercer cualquier tipo de deporte en grupo que le permitiese socializar con otros adolescentes de su edad”. Ojalá hubiéramos sabido que desde esas Navidades a las burlas por su tono de voz que llevaba sufriendo desde hacía años se habían sumado las burlas por su maquillaje y que aunque todos lo sabían nadie hizo nada.
¿Cuánto puede dolerle a una adolescente que le aíslen del grupo al que pertenece, que si se queja le digan que el problema lo tiene ella por no saber socializar con otros y que, entre esos otros, haya quien se burle sistemáticamente de ella si abre la boca por su voz y si le ven por el color de su piel?… A Kira le quitaron las ganas de vivir pero el Manyanet Sant Andreu celebra sin pudor que penalmente no tendrán consecuencias
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José Manuel López Viñuela – Padre de Kira López
