«El caso Óscar García Turón: la sombra de la pederastia vuelve a oscurecer el colegio Pare Manyanet»

Haz clic aquí para ver la entrevista completa hecha al padre de Óscar García

Ampliación de la entrevista: https://youtu.be/xQ47E8YUfTw?si=0Q6c1_3zOS63Y4Hu

Un sacerdote del colegio Pare Manyanet, acusado de abusar de un alumno de ocho años con discapacidad

Pare Manyanet, Joaquim Calvet y Óscar García Turón, ejemplo de lo que nunca debería suceder: anonimato del agresor, vulnerabilidad extrema de la víctima, posibles negligencias institucionales y una reacción social e institucional aún insuficiente.

La Fiscalía de Barcelona ha interpuesto una acusación penal contra Joaquim Calvet, sacerdote de la Congregación de los Hijos de la Sagrada Familia, por presuntos abusos sexuales cometidos en 2016 contra un menor de ocho años con discapacidad intelectual, alumno del colegio Pare Manyanet del barrio de Sant Andreu. Según el escrito del Ministerio Público, los hechos tuvieron lugar en un despacho del centro educativo, donde el religioso habría agredido al niño aprovechando su posición de autoridad y la especial vulnerabilidad de la víctima.

El relato fiscal afirma que Calvet llevó al menor a un despacho, lo sentó en una silla y le realizó tocamientos en el pecho y las piernas con un propósito de carácter sexual. Antes de dejarlo marchar, lo habría amenazado diciéndole que si contaba lo ocurrido, “la próxima vez sería sin ropa”. Esa intimidación, según sostiene la acusación, provocó un silencio prolongado durante siete años, en los que el menor desarrolló síntomas compatibles con un trauma: vómitos matutinos, insomnio, ansiedad, rechazo escolar y alteraciones alimentarias.

La Fiscalía solicita una pena de seis años de prisión, así como una posterior libertad vigilada durante diez años, inhabilitación absoluta para el ejercicio de cualquier función relacionada con menores, orden de alejamiento respecto a la víctima y una indemnización de 15.000 euros. La congregación Hijos de la Sagrada Familia, titular del colegio, ha sido incluida en el proceso como responsable civil subsidiaria, lo que implicaría asumir el pago de la indemnización si el acusado se declara insolvente.

Desde el punto de vista jurídico, este tipo de situaciones exige la aplicación rigurosa del Derecho penal de protección de menores, en especial los artículos 183 a 183 quater del Código Penal, que regulan los delitos de abuso sexual cuando la víctima es menor de 16 años. En este caso, la conducta descrita —tocamientos a un niño de 8 años con discapacidad, acompañados de amenazas— encajaría en la modalidad agravada del tipo básico, conforme al artículo 183.4, al concurrir circunstancias como la edad de la víctima, su discapacidad y la utilización de intimidación grave.

Además, debe considerarse la agravación prevista en el artículo 180 CP cuando el abuso se produce en el seno de una institución educativa o por parte de quien ostenta una posición de confianza, ascendencia o autoridad sobre la víctima. En este caso, el hecho de que el presunto agresor formara parte del cuerpo docente o estuviera en contacto directo con alumnos, pese a sus antecedentes por delitos sexuales, podría agravar aún más la responsabilidad penal y abrir la puerta a una eventual responsabilidad penal de personas jurídicas si la congregación actuara bajo una estructura susceptible de responder conforme al artículo 31 bis del Código Penal.

En paralelo, la reciente Ley Orgánica 8/2021 de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI) establece como eje central la prevención, detección precoz y actuación inmediata frente a cualquier indicio de violencia contra menores. En este marco, las instituciones educativas tienen la obligación de establecer protocolos internos, designar un coordinador de bienestar y protección y, sobre todo, impedir que personas condenadas por delitos sexuales mantengan cualquier tipo de vinculación con menores. Si se confirma que Calvet seguía manteniendo contacto con menores tras su condena por tenencia de pornografía infantil, ello podría implicar una infracción de la diligencia debida y generar responsabilidad no solo penal, sino también civil y administrativa.

Por otro lado, el hecho de que el centro afirmara públicamente que Calvet no tenía contacto alguno con menores, mientras se instruye una causa penal por hechos presuntamente cometidos en el mismo entorno educativo, plantea interrogantes sobre la veracidad de los controles institucionales y sobre la transparencia en la comunicación hacia las familias y la comunidad educativa.

Este caso no puede analizarse de forma aislada. El fenómeno de la pederastia en instituciones religiosas, en particular, ha sido objeto de numerosos informes internacionales, como el elaborado por la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia francesa (CIASE) o el informe elaborado por la Comisión de Investigación del Senado de España sobre los abusos sexuales en el ámbito eclesiástico. En ambos casos se constata una tendencia institucional al encubrimiento, a la falta de denuncia ante las autoridades y al traslado de los agresores en lugar de su separación definitiva del entorno infantil.

En consecuencia, este caso resulta útil no solo para analizar los aspectos penales de los delitos contra la libertad sexual, sino también para estudiar las lagunas del sistema de prevención, la responsabilidad institucional, la credibilidad de las víctimas, los mecanismos de denuncia y la necesidad de establecer redes de protección reales y eficaces para los menores. El caso de Óscar García Turón es un ejemplo de lo mucho que queda por hacer. La familia de Óscar que se suicidó en 2019 pide reabrir su caso por posibles abusos en el colegio Pare Manyanet de Les Corts

La familia de Óscar García, quien se quitó la vida en 2019 a los 21 años, ha solicitado al Departamento de Educación que se investiguen las posibles causas del suicidio, tras la aparición de nuevos elementos que podrían apuntar a abusos sexuales sufridos durante su etapa escolar en el colegio Pare Manyanet de Les Corts, donde cursó hasta la Educación Secundaria Obligatoria.

El foco de esta nueva petición recae sobre el sacerdote Joaquim Calvet, quien fue docente de Óscar durante dos cursos y al que los familiares consideran el principal sospechoso de un posible abuso ocurrido en el entorno escolar. Calvet fue condenado en 2023 por tenencia de pornografía infantil, tras una denuncia presentada por un técnico informático del colegio Manyanet de Sant Andreu, donde ejercía funciones después de su paso por Les Corts.

Actualmente, el mismo sacerdote se encuentra nuevamente bajo investigación por la presunta agresión sexual a un alumno de ocho años con discapacidad intelectual, hechos que habrían ocurrido en 2016 en el centro de Sant Andreu. La combinación de estos antecedentes con el vínculo que tuvo con el joven fallecido ha motivado a la familia a pedir que se indaguen posibles conexiones entre lo vivido por Óscar en el colegio y su posterior desenlace.

No se prioriza el principio de interés superior del menor, reconocido tanto en la Convención de Derechos del Niño de 1989 como en la legislación española, y me cuestiono el rol de las instituciones, religiosas o no, en la perpetuación de estructuras de impunidad que permiten que estos delitos se repitan y me baso en la jurisprudencia relevante, en informes de organizaciones como Save the Children, UNICEF o la Fundación ANAR, y en los datos del Defensor del Pueblo sobre violencia sexual infantil en entornos institucionales.

Fuente: https://www.ara.cat/societat/justicia/demanen-investigar-suicidi-d-exalumne-pare-manyanet-corts-davant-nous-indicis-d-abusos-sexuals_1_5437684.html

Entrevista de Trencats con el padre de Óscar: https://youtu.be/xQ47E8YUfTw?si=6BhnytxDZd2tJ7Ry

Autor: José Manuel López Viñuela. Presidente de Trencats. Perito Judicial de Gestión de Centros Educativos y Acoso Escolar.

Padre de Kira

1 comentario en “«El caso Óscar García Turón: la sombra de la pederastia vuelve a oscurecer el colegio Pare Manyanet»”

  1. Me llamo Alessandro, soy de Italia, no hablo perfectamente español. Querìa simplemente decir gracias a vosotros por todo lo que haceis. No he conocido Kira personalmente, pero he visto algunos sus videos. Era una chica muy linda, muy inteligente, muy dulce y con una grande sensibilidad. Saber que ella ha decidido de quitarse la vida a solo 15 años es una grande derrota por nuestra sociedad. El recuerdo de su beleza y de su sensibilidad estarà siempre con mi.

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