El desafío está en un sistema que excluye porque no entiende.
Hay mentes que ven el mundo con una claridad única. Personas autistas que memorizan mapas, descubren patrones invisibles para los demás y procesan la información con precisión quirúrgica. Algo extraordinario vive dentro de ellos… Sin embargo, el mercado laboral todavía no sabe reconocerlo.
El autismo no es el problema. El desafío está en un sistema que excluye porque no entiende. El 85% de las personas autistas siguen desempleadas, mientras que industrias como la tecnología y los datos se enfrentan a una escasez de talento cualificado. ¿Cómo es esto posible?
La solución ya está aquí: formación especializada, coaching profesional, concienciación y entornos inclusivos que abarquen la diferencia. Porque cuando la inclusión es real, no solo cambia una vida, sino que transforma los equipos, las empresas y la sociedad.
Diversidad es más que una palabra bonita. Es una revolución silenciosa que comienza en el momento en que alguien elige ver de manera diferente.
Mi fuerza motriz son mis hijos neurodivergentes. Por ellos, y por todos aquellos que aún esperan su oportunidad.
Autora:
Angela, orgullosa madre de mentes brillantes que piensan de manera diferente 💙