Propuesta presentada a la Consejería de Educación de Cataluña para combatir el acoso escolar.
CAMBIOS DE CLASE
- Supervisión entre clase y clase: garantizar la presencia de profesores o monitores en las aulas durante los cambios de clase para asegurarse de que no se produzcan agresiones físicas o verbales. La presencia de adultos reduce significativamente las situaciones de violencia, ya que los agresores suelen aprovechar los momentos de menor vigilancia.
- Asignación estratégica de aulas y horarios: ubicar las aulas de cada curso en una misma planta o sector del edificio para reducir desplazamientos largos, así como distribuir los horarios de las asignaturas facilitando que el profesorado tenga que desplazarse lo mínimo posible entre clases. También se recomienda mantener las puertas de las aulas bien abiertas durante los cambios de clase para garantizar una buena visibilidad desde el exterior y la supervisión indirecta.
- Turnos de entrada y salida escalonados por niveles para reducir aglomeraciones: los cambios de clase escalonados por grupos o niveles evitan multitudes, reduciendo las oportunidades de acoso y el anonimato de los agresores.
- Registro de incidencias: instaurar un sistema sencillo de registro de incidencias vinculadas a los cambios de clase que permita identificar patrones, zonas sensibles y momentos críticos. Este seguimiento no tiene una finalidad punitiva, sino que debe servir como herramienta de mejora continua de la organización y la seguridad escolar. También puede establecerse un sistema seguro para que los alumnos denuncien incidentes de acoso de forma segura y anónima durante los cambios de clase, como un buzón de denuncias o a través de una persona designada. Los centros deben ser informados por la administración educativa sobre el registro REVA y su obligatoriedad.
- Señalización y estándares claros: establecer reglas de comportamiento visibles en las aulas, como “caminar sin empujar” o “respetar el espacio de los demás”, así como señalización clara de la circulación.
PATIOS ESCOLARES
- Supervisión activa y formación del personal: establecer turnos para garantizar la presencia de profesores o monitores formados en la detección y gestión del acoso.
- Espacios visibles sin puntos ciegos: rediseñar los patios para eliminar rincones ocultos donde se pueda producir acoso sin ser visto. Una buena visibilidad facilita la supervisión y disuade comportamientos violentos.
- Áreas diversificadas para evitar la exclusión: diseñar patios con zonas variadas (juegos tranquilos, deportes, espacios para socializar) de manera que los alumnos no se sientan desplazados ni intimidados.
- Cámaras de seguridad: instalar cámaras en áreas estratégicas del patio, asegurando el respeto a las normativas de privacidad.
- Programas de mediación entre iguales: crear grupos de alumnos mediadores, formados para resolver conflictos y promover la empatía. Estos mediadores pueden actuar como apoyo durante el recreo, ayudando a identificar y detener situaciones de acoso.
- Promover una cultura del respeto: implementar actividades que promuevan la inclusión y el respeto, como habilidades sociales o talleres de dinámicas de grupo que refuercen la cooperación. También pueden establecerse normas claras contra el acoso, con sanciones educativas (no punitivas) para quienes no las cumplan.
BAÑOS
- Supervisión discreta: designar monitores para realizar rondas regulares cerca de los baños sin invadir la privacidad.
- Limitar el acceso simultáneo: en algunos casos, restringir el número de estudiantes que pueden estar en el baño al mismo tiempo para evitar aglomeraciones.
- Mantenimiento y diseño: mantener los baños limpios y bien iluminados, eliminando divisiones que creen espacios ocultos. Considerar baños de género neutro para reducir dinámicas de acoso en algunos contextos.
AULAS VACÍAS
- Cerrar con llave: mantener cerradas con llave las aulas vacías cuando no estén en uso para evitar que los alumnos entren sin supervisión.
- Asignar responsables: designar personal para verificar periódicamente las aulas durante los tiempos muertos.
- Cámaras o sensores: instalar cámaras o sensores de movimiento en aulas vacías para detectar accesos no autorizados, respetando las leyes de protección de datos.
ESCALERAS Y ACCESOS SECUNDARIOS
- Vigilancia estratégica: garantizar la presencia de personal en las entradas y salidas de escaleras durante los momentos de mayor tránsito.
- Señalización clara: marcar las rutas principales para desincentivar el uso de accesos secundarios no supervisados.
- Mejorar la visibilidad: instalar espejos en esquinas de escaleras o accesos para eliminar puntos ciegos.
- Cámaras de seguridad: incluir cámaras en escaleras y accesos secundarios para disuadir comportamientos inapropiados.
ZONAS EXTERIORES O PERIFÉRICAS
- Restringir el acceso: limitar el acceso a zonas periféricas durante el horario escolar, utilizando vallas o puertas cerradas.
- Rondas de supervisión: incluir estas zonas en las rondas regulares del personal de seguridad o conserjes.
- Mejorar el diseño: podar arbustos, mejorar la iluminación y eliminar estructuras que sirvan como escondites.
José Manuel López Viñuela Presidente de Trencats, Perito en Acoso Escolar y Dirección de Centros Educativos. Graduado Social.


